viernes, 24 de octubre de 2008

Mi mejor clase de políticas económicas

Hace un par de semanas estuve por Huancavelica, mochila al hombro, bolsa de dormir, una pequeña grabadora, algo de ropa, mucha agua y hartas ganas de dejar por unos días el sedentarismo de la oficina.

El destino era Huallay Grande con un IDH[1] de 0.40 uno de los distritos más pobres del país, pero decidí internarme un poco más y estuve por Callanmarca (0.41) y luego a Huanca-Huanca (0.43). Hay muchos apuntes al respecto, que iré desagregando pero una de las conversaciones más interesantes fue con una obstetriz que estaba cumpliendo su SERUM[2] en Lircay.

Antes había escuchado de dicho servicio, dado que un tiempo estuve viviendo con estudiantes de enfermería, pero no me había dado el tiempo para pensar de lo relevante que es para la formación de los futuros profesionales de la salud y más aún de lo indispensable que es para los pobladores de los pueblos más alejados. De acuerdo a lo narrado, las personas que arriban a los distritos alejados para cumplir su SERUM, generalmente, en las postas debían hacer frente a un conjunto de peripecias de las cuales la que más me llamó la atención fue la barrera de la lengua, por lo cual muchos de estos profesionales aprendían en la práctica algo de quechua para tratar de entender a su interlocutor, es decir buscaban escucharlo y no caer en el pragmatismo de la simple aplicación de recetas.

No obstante, la chica con quién tuve la conversación me comentaba que no faltaba la doctora (jefa de la posta) quién generalmente era de Lima quién al momento de atender un parto obligaba a la gestante a echarse en la camilla siguiendo la metodología del parto tradicional, haciendo caso omiso a la sugerencia de la gestante por el parto vertical.

Cuando estudiaba nos decían que hay que escuchar a los pacientes, ellos siempre tienen la prioridad al momento de atenderlos y solo a partir de lo que escuchemos de ellos se aplica todo lo que nos enseñan”.

Entonces, tuve la mejor clase de políticas económicas de mi vida que no venía siquiera de una economista, no venía de un famoso paper que muchas veces, lo estudiantes de economía nos creemos importantes al citarlos más aún si viene de importantes universidades del extranjero o economistas renombrados y que en la mayoría de veces, los pocos que he podido leer, solo estilizan métodos cuantitativos con metodologías sofisticadas, pero que no plantean preguntas de fondo.

Al respecto, aterrice en dos conclusiones:

1. Primero, sabernos como científicos sociales y en ese sentido darnos cuenta que si bien la biblioteca, el JSTOR, las clases en la universidad y demás, son de vital importancia en nuestra formación. Por otro lado, también es importante el ejercicio de viajar y escuchar, esto más aún dadas las las condiciones iniciales de nuestro país. Solo nos queda eso aprender en el “random walk” de la vida porque en el lugar menos esperado y de la persona menos esperada podemos recibir nuestra mejor lección de economía y tal vez nuestra mejor lección de vida. Al respecto hay una frase genial del profesor Figueroa: “la ignorancia es directamente proporcional a la sapiencia”, lo que quería decir es que mientras más creemos que “sabemos”, en realidad dicho aprendizaje solo nos permite darnos cuenta que nos falta muchísimo más por aprender y como resultado, en realidad, sabemos menos que al inicio.

2. Segundo, ¿por qué no un SERUM para economistas?, si un economista desea postular a una plaza en el sector público (por poner un ejemplo en el MEF), en donde va a lidiar con realidades distintas a las de estar sentado frente a un monitor, no me resulta sacado de los pelos que como requisito obligatorio viaje y se interne por un año y aprenda a “escuchar” las necesidades de las poblaciones más alejadas. Bienvenidos los diplomas de doctorados y altas calificaciones en organismo internacionales, es más considero que debiera ser otro requisito, pero si un funcionario va a lidiar con un tema tan sensible como definir el presupuesto público en donde se encuentran los programas sociales no solo puede ceñirse a la “aplicación de recetas”.

Un saludo y buen viaje! (ahora que se vienen los feriados por el APEC).

[1] Medido en 2005
[2] El SERUMS es el servicio de salud que realizan los profesionales de la salud, en la comunidad rural y urbano marginal del país, en las zonas consideradas, de menor desarrollo, en los establecimientos de salud del primer y segundo nivel de atención del Ministerio de Salud o sus equivalentes de las Instituciones del Sistema de Salud, y las que cuenten con convenios suscritos con el Instituto de Desarrollo de Recursos Humanos - IDREH y con las Direcciones Regionales de Salud, cuya finalidad es brindar atención integral de salud a las poblaciones más vulnerables del país. El SERUMS es requisito indispensable de acuerdo a la Ley N° 23330 para ocupar cargos en entidades públicas y desempeñar funciones: de salud, administrativas, de investigación y docencia; Ingresar a los programas de Segunda Especialización profesional y recibir del Estado becas u otras ayudas equivalentes para estudios o perfeccionamiento

sábado, 11 de octubre de 2008

Homo reciprocans



Una de las cosas que nunca entendí a lo largo de mi carrera en la universidad y debo confesar algo que frustro mi interés en la micro economía, es como el paradigma neoclásico busca "uniformizar" la conducta del ser humano. Es decir, como los estudiantes de economía somos, prácticamente, adoctrinados al “homo economicus” y a los axiomas de racionalidad para “micro fundamentar” prácticamente todo. Recuerdo que, incluso, en el curso de Economía y Población analizábamos “modelos” para ver el “matching” entre una pareja de enamorados. ¿…..? , lo increíble es que puede sonar jocoso, pero es totalmente verídico dicho dato.

Lo más preocupante a esto, es que dejamos de lado el estudio de otros marcos teóricos que nos permitan una mayor aproximación a los patrones conductuales de los agentes económicos y a partir de esto plantear alternativas, desde la teoría económica, para políticas que busquen mejorar la situación de las personas que aún habitamos este planeta.

Uno de los primeros puntos que debiera seguir cualquier política a implementarse es a lo que quiero llamar como “empatía imperativa”. Desde mi punto de vista una persona no puede pretender aplicar soluciones a problemas de los cuales no tiene la menor idea, sino solo una aproximación en base a la exégesis de cifras de pobreza o de encuestas.
Un verdadero “policy maker” debiera sentarse a conversar con los pobladores, “ESCUCHARLOS”, hacer el ejercicio de “ponerse en la posición de la otra persona”. Es decir, reconocer la heterogeneidad de las motivaciones humanas, más aún en un país como el nuestro en donde el sincretismo cultural es avasallador, y en donde aún no han cerrado grietas internas en torno a la violencia política de recientes años y a la más duras de las violencias de las que somos testigos día a día que es la indiferencia y ostracismo cultural de las minorías de la población.

El nombre y espíritu de este blog,,, busca cuestionar el reduccionismo de los axiomas de “racionalidad”, busca abrir paso al “homo reciprocans”, no como un agente sustituto al “homo economicus”, sino como complemento al mismo. Es decir, reconocer que en la sociedad existen agentes y motivaciones heterogéneas, así como esta el “homo economicus”, esta el “homo reciprocans” y también agentes que son altruistas totales.